Asturias

Investigan la relación de la desaparecida Sandra Bermejo con grupos esotéricos en Asturias

Sandra Bermejo
Investigan la relación de la desaparecida Sandra Bermejo con grupos esotéricos

La Policía investiga la relación de la desaparecida Sandra Bermejo con grupos esotéricos de Asturias. La psicóloga madrileña desapareció el pasado ocho de noviembre en el Cabo Peñas sin dejar rastro, justo el día que tenía lugar el fenómeno natural conocido como «luna de sangre» asociado a este tipo de grupos aficionados a buscar potenciar la espiritualidad del ser humano a su manera. El caso, mantiene todas las hipótesis abiertas y cuenta con dos nuevas pistas que analiza la Policía.

La mujer, de 32 años,  aficionada a la naturaleza ya mantenía relaciones con grupos esotéricos en Madrid, un contacto que habría actualizado con grupos similares en Asturias desde que hace dos años se trasladó a vivir a Gijón. Los investigadores estudian esta hipótesis desde que tuvieron conocimiento de la misma hace unas semanas. La investigación no busca una secta o similar que haya podido captar a Sandra, desde SOS desaparecidos, su presidente Joaquín Amills aclara que simplemente se trataría de grupos de personas con ganas de experimentar con Ayahuasca. La hipótesis policial podría ir más bien encaminada a una desaparición involuntaria con intervención de terceros tras un suceso accidental.

Entre tanto, los investigadores volvieron a rastrear la zona empujados por dos nuevos hallazgos. El primero tuvo lugar el día 30 de noviembre cuando una de las personas que participaban en las búsquedas divisó una camiseta de color blanco en los acantilados de la zona donde se cree que desapareció Sandra. La Policía esperó a que la marea permitiera recoger la prenda y la analiza en busca de ADN. La camiseta es de la talla de Sandra pero no ha sido reconocida por sus familiares, aunque hace dos años que la desaparecida se mudo a Gijón y podría haberla adquirido en este espacio de tiempo. Igualmente, la camiseta no estaba en ese lugar en las primeras semanas que pasaron tras la desaparición, lo que podría significar que no era de Sandra, pero también que sí pertenecía a la mujer y la trajo el mar de vuelta, o un tercero la arrojó en la zona días después de la desaparición.

El otro hallazgo lo protagonizó una mujer de la zona que encontró también en el área de búsqueda una etiqueta de unas mallas deportivas negras como las que llevaba Sandra y la entregó a la Policía.

El nueve de noviembre, la Policía halló el coche de Sandra Bermejo en el parking junto a la zona de acantilados del Cabo Peñas (Asturias). Sólo faltaban las llaves del vehículo y el móvil de Sandra, en el interior del coche quedaba su mochila con la documentación dentro. Su móvil posicionó por última vez a las 17:00 horas en esa zona. La primera hipótesis que se tuvo en cuenta fue la del accidente ya que la tarde que Sandra desapareció  hacía mucho viento junto a los acantilados. Sin embargo, las búsquedas de Policía y Guardia Civil tanto en tierra como en el mar no dieron resultado. La hipótesis del suicido también fue relegada a un segundo plano ya que la desaparecida tenía planes para las próximas horas y días con familiares y amigas. Y aunque hasta el momento no hay indicios de que Sandra haya sido víctima de una desaparición forzosa, las investigaciones van más allá de la hipótesis del accidente en el acantilado.

La familia, que no abandona la esperanza de encontrar a Sandra con vida, se enfrenta al peor trago imaginable con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina. El letrado que la asociación SOS desaparecidos ha puesto a disposición de los familiares ha solicitado un rastreo más en profundidad en los senderos próximos al acantilado donde unos testigos dijeron haber visto a Sandra el día de la desaparición.

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